En exclusiva para Infopork, el economista Carlos Seggiaro comparte su análisis respecto de lo que será el mapa económico en Argentina en 2018 y las claves para mantener su negocio rentable.
Infopork: ¿Qué análisis realiza de la situación económica del país en la actualidad?
Carlos Seggiaro: La macroeconomía en la Argentina tiene un nivel de inconsistencia muy importante, y se lo han hecho llegar desde diversos organismos como el Banco Mundial o el FMI al gobierno argentino, planteando que hay que realizar ajustes que son los que se están planteando en este momento el congreso (respecto a la reforma previsional de diciembre de 2017).
I: ¿Cómo cree que será en 2018?
C.S.: La lectura que tengo de lo que va a pasar en 2018 en la Economía Argentina es que el gobierno tiene que ir necesariamente por un proceso de ajuste, tiene en claro que tiene que enfrentar ese ajuste de cuentas fiscales, enfrentar el problema de la inflación , y que además, hay un serio problema de competitividad en el país.
El abanico de opciones que surgen a partir de eso expresa que ese ajuste va a tener consecuencias sobre el poder de compra de la argentina. Yo no tengo expectativas de que el consumo interno en Argentina se mueva positivamente, creo por el contrario que va a estar en un nivel bastante amesetado.
El Gobierno nacional quiere en la reforma previsional ahorrar entre 80 mil y 100 mil millones de pesos, esa es dinero que no le llega a los jubilados, pero en cambio si le llegan los aumentos en luz y gas. Esas son millones de personas con menos poder adquisitivo.
Cuando vemos la reforma impositiva vemos que promete bajas para las empresas gradualmente, pero que aumenta impuestos en lo inmediato que le caen al consumidor de a pie.
Por otro lado el nivel de tasa de interés es insostenible, hoy tenemos una gran cantidad de argentinos que están pagando el nivel mínimo de su tarjeta de crédito, que están viendo como se le acumula la deuda en el banco y esa deuda se le acumula con una tasa de interés estratosférica, y eso tienen que frenarlo en algún momento. Mi lectura es el 2018 no es un año para mirar el consumo interno estabilizado.
Percibo que la inconsistencia además es que el gobierno dice que quiere un modelo económico que promueva la inversión y las exportaciones, pero cuando miras las tasas de interés en peso y el tipo de cambio esas dos variables no invitan a ir por un proceso de inversión sino ir bicicleteando financieramente los recursos.
El gobierno es consciente que eso no se puede sostener lo va a sostener hasta el verano pero después tiene que ir a un proceso de reacomodamiento de esas variables, el tipo de cambio actual claramente esta desactualizado y eso no se puede sostener el próximo año, tiene que aumentar una serie de medidas para que el dólar suba más que la inflación, esa es una buena noticia para un productor agrícola, pero no para el productor de cerdos.
Una cosa es si soy exportador y otra es si dependo del mercado interno. Si soy exportador de granos me voy a encontrar con que el dólar subió más que la inflación, entonces aun al mismo precio de los granos medidos en dólares un productor agrícola vería que el precio en pesos sube más que sus costos. Pero la contracara es la de cualquier empresario que esté vinculado al mercado interno como el productor porcino.
EL 2018 VA A SER UN AÑO COMPLICADO PARA AQUELLOS QUE ESTÁN VINCULADOS AL MERCADO INTERNO Y YO LO QUIERO ADVERTIR.
I.:¿Cómo actuaron los inversores en 2018, hubo inversiones en producción porcina?
C. S.: Ha habido un proceso de inversión en el norte en el sector ganadero vacuno, y sigue habiendo proyectos que están avanzando en porcinos sobre todo a gran escala. Lo que vemos en este proceso es una carrera en eficiencia y escala. Los productores chicos entran en riesgo salvo que vayan por un proceso de integración horizontal y vertical que es lo que planteamos siempre, que tienen que ir por prácticas asociativas.
Lo que vemos son mega inversiones sectoriales.
I.: ¿Qué recomendación realizaría entonces para los productores porcinos?
C.S.: Que ajusten bien los números el año que viene, que sean cuidadosos que no tomen decisiones sin medir bien los números. El 2018 no va a ser fácil para los que operen con el mercado interno. Tengo expectativas de una pauta devaluatoria superior a la inflación, lo que va a hacer que los costos en pesos de un productor porcino suban más que sus ingresos. No será un shock tan grande como el del año que viene, el gobierno argentino no puede ir por un golpe devaluatorio, sería muy negativo políticamente.
Después de que se pase el verano tiene que intentar un proceso de corrimiento de la cotización del dólar a lo largo del año y tiene que iniciar un proceso de baja de interés. Mi mensaje fuerte es que este modelo económico nos guste o no es el que tenemos y este modelo es inconsistente con este nivel de interés en pesos y esta cotización del dólar, por lo que en algún momento tiene que comenzar a modificar la ecuación de esas dos variables, esa es una buena noticia para un productor agrícola pero no sé si para un productor porcino.
I: En este sentido muchos de los productores además de cerdos tienen granos, cree que esto pueda ayudar?
C.S: Muchos productores subsidian cruzadamente y en realidad eso va a seguir ocurriendo. Yo lo que digo es que el año que viene es particularmente complejo. El 2017 el gobierno quiso impulsar el consumo y alentar que la actividad económica avanzara porque era un año electoral. El gobierno de Macri empieza ahora, los dos años que vimos para atrás eran una transición.
Vemos una exigencia planteada desde organismos internacionales para ajustar las cuentas públicas y mejorar la competitividad, eso implica ajuste.
No necesariamente para después hablo del 2018.
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