EFECTO DE LA INCLUSIÓN DE PROBIÓTICOS (Lactobacillus plantarum) Y LEVADURA DE CERVEZA HIDROLIZADA) EN CERDAS GESTANTES

Foto del autor

escrito por Germán Piquer

Autores:

Ernesto Hurtado, Ronald Vera, Fátima Arteaga, Tommy Cueva y José Omaza. Carrera Pecuaria, Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, Campus Politécnico El Limón, sector El Gramal – Calceta, Ecuador

Fuente: Revista AVANCES en Tecnología Porcina

RESUMEN

Con el fin de evaluar el efecto de la inclusión de probióticos en indicadores productivos y salud en cerdas gestantes. Se seleccionaron nueve cerdas en el último mes de gestación, con edades similares y de genética homogénea (Landrace x Pietrain). Se utilizó un diseño completamente aleatorizado y tres tratamientos (suministrados en el alimento): Lactobacillus plantarum 20 x 10–10 UFC.mL-1 (T1), levadura hidrolizada de cerveza 20 X 10-9 UFC.mL-1 (T2) y Lactobacillus plantarum 10 x 10–10 UFC.mL-1 + levadura hidrolizada de cerveza 10 X 10-9 UFC.mL-1 (T3).

Se determinó el número de lechones nacidos totales (NLNT), número de lechones nacidos vivos (NLNV), número de lechones por camada (NLC), peso de la camada (PC) y peso del lechón (PL). Como resultado de la utilización de los biopreparados, no hubo diferencias para NLNT, NLNV y NLC (P>0,05). Mientras que PC en T3 (15,07 kg) y T1 (14,35 kg) superaron a T2 (12,27 kg) significativamente. También fue mejor T3 y T1 para PL (P<0,05). Las cerdas antes y durante el parto mostraron un estado de salud normal.

Se concluye la existencia de una mejor respuesta productiva cuando se emplea el Lactobacillus plantarum o combinado con levadura de cerveza.

INTRODUCCIÓN

La productividad porcina está dada desde el inicio del parto; de allí que camadas numerosas con pesos aceptables infieren un mejor comportamiento durante la etapa más crítica en la crianza intensiva de los cerdos como es la lactancia. Por lo que el logro de incrementos significativos en el tamaño de la camada será de una alta importancia para el rendimiento de la explotación.

Las camadas grandes dan como resultado un peso bajo al nacer (0,75 a 1,25 Kg), este peso se ha asociado con la mortalidad precoz y con la disminución en el rendimiento del crecimiento (Beaulieu et al., 2010) por lo que la falta de uniformidad en el peso corporal en las camadas son una preocupación. Es probable que se altere con facilidad el manejo de los cerdos en etapas posteriores de la producción, lo cual puede resultar en pérdidas de ingresos para el porcicultor (Canario et al., 2010).

Los indicadores productivos se ven afectados por varios factores: genéticos, ambientales y nutricionales. Este último es fundamental para que estos desarrollen su potencial genético y se pueda lograr animales sanos.

El uso del probiótico como aditivo en la alimentación animal ha sido ampliamente debatido en las investigaciones por su mecanismo de acción en la microbiota intestinal que repercuten positivamente en el estado de salud del animal tal como lo menciona Rondón et al. (2008).

Los probióticos son microorganismos viables que una vez ingeridos producen efectos beneficiosos para el huésped: estimulan una respuesta inmune no específica, mejoran la protección inmune, eliminan las bacterias pató- genas del organismo y mejoran la asimilación de las sustancias nutritivas (Fuller, 1989; FAO, 2002; Hooper et al., 2002).

González y González (2006) afirmaron que los probióticos son microorganismos vivos, que al ser ingeridos en cantidades adecuadas, ejercen influencia positiva en la salud a través de una mejora de la fisiología del hospedador.

En sentido general, los probióticos se consideran aditivos compuestos por microorganismos vivos, que en suficiente número colonizan y modifican la microbiota del tracto digestivo, lo cual contribuye a mejorar la fisiología y la salud del hospedador (Lata et al., 2006 y Mutus et al., 2006).

Con el empleo de los probióticos se logra un mejor aprovechamiento y digestibilidad de los alimentos con obtención de indicadores productivos y clínicos adecuados sin comprometer la fisiología animal y por consiguiente a la salud del hombre como consumidor final (Brizuela et al., 2003).

Durante la gestación, la cerda sufre cambios significativos en su metabolismo y en su fisiología digestiva. El uso de probióticos en esta etapa puede contribuir, en primer lugar, a mejorar la capacidad digestiva de la cerda y a la mejora de sus parámetros inmunológicos gestacionales (Schierack et al., 2009). Por otra parte, durante la gestación se determinan aspectos muy relevantes relativos al desarrollo futuro del feto y a su capacidad inmunológica (Rautava et al., 2012), el peso vivo al nacimiento y su viabilidad. La suplementación de la cerda gestante con probióticos puede contribuir a estimular el desarrollo del feto y de su sistema inmunitario y también se han constatado mejoras en parámetros como el peso al nacimiento, el número de lechones nacidos vivos y el porcentaje de supervivencia de los lechones (Deng et al., 2013).

Las bacterias del género Lactobacillus tienen esa acción probiótica y muchas de sus especies han sido utilizadas, entre ellas: L. acidophillus, L. fermentum, L. brevis, L. casei, L. salivarius y L. plantarum (Fernández y Del Castillo, 2000).

Missottena et al. (2008) citado por Jurado et al. (2013) sostienen que la cepa de la bacteria L. plantarum fue eficaz en la producción de líquido fermentado, con gran actividad antimicrobiana contra Salmonella spp, cuyos resultados indican que es posible detectar cepas probióticas capaces de realizar la fermentación de los alimentos y de producir grandes cantidades de ácido láctico, con los consecuentes efectos antibimicrobianos en el tracto gastrointestinal de los cerdos.

Con respecto a la levadura, García (2002) señala que esta proporciona vitaminas del complejo B y minerales. Además de ser es una buena fuente de proteína y de aminoácidos. Mientras Molist et al. (2014) señalan que los derivados de levadura basados en Saccharomyces cerevisiae pueden mejorar el rendimiento y la salud de los lechones al estimular el sistema inmune y el mantenimiento de un ambiente intestinal beneficioso.

Las características de los probió- ticos hacen que estos sean alternativa a las nuevas demandas, por lo que este experimento tuvo como objetivo evaluar en cerdas gestantes el posible efecto de la inclusión de probióticos en el alimento, a base de Lactobacillus plantarum, levadura de cerveza hidrolizada y su combinación, sobre indicadores productivos y salud en cerdas gestantes.

MATERIALES Y MÉTODOS

El estudio se realizó en el laboratorio de Biología Molecular y Unidad Académica Porcina de la Escuela Superior Agropecuaria de Manabí Manuel Feliz López.

Cepas bacterianas y la inoculación de probióticos

Se utilizó una cepa previamente aislada de la mucosa del intestino grueso de cerdos identificada como Lactobacillus plantarum (cepa 41), se encontró crioconservada a -20ºC, en tioglicolato. El refrescamiento consistió en reactivar en agar MRS e incubada por 24 h a 37ºC. Se inoculó en un recipiente con agar MRS un total de 1 lt. Posteriormente, se procedió a realizar diluciones seriadas, en una relación de inoculación de 1:10 (v/v) en agua de peptona (OXOID), desde 10-1 hasta 10-12. Las tres últimas diluciones se inocularon individualmente (1 mL) a profundidad en placas con agar MRS (De Mann et al .1960). Esta operación se replicó tres veces y las placas se incubaron a 37 ºC en condiciones de anaerobiosis durante 48 h. El número de unidades formadoras de colonias (UFC) se determinó con lupa, por conteo visual de colonias. El biopreparado se conservó a 5 ºC hasta su empleo en el alimento.

Para la levadura hidrolizada se procedió a refrescar la cepa E- 54 que es un Bacillus subtilis en cuñas de agar nutriente. Se preparó el crudo enzimático (melaza, solución madre, fosfato dibásico de sodio). Se inoculó la cepa (previamente crecida) en el crudo, con incubación por 10 a 15 horas a 40 ºC y 150 rpm. Posteriormente se realizó el hidrolizado sobre la base de un lt (900 ml H2O, 2 % de levadura de cerveza, sal, melaza). El crudo enzimático con la cepa se inoculó en el hidrolizado, en zaranda de 60 a 90 rpm a una temperatura de 40 a 50 ºC por 10 horas, con elevación de la temperatura a 71 grados centí- grados 10 minutos antes de finalizar el proceso.

Animales y tratamientos

Se utilizaron nueve cerdas multí- paras en el último tercio de gestación, con edades similares y de genética homogénea (Landrace x Pietrain), las cuales fueron divididas al azar en tres grupos de tres animales, la inclusión de los probióticos se realizó mezclando los inóculos con el alimento concentrado: Lactobacillus plantarum en dosis de 20 x 10–10 UFC.mL-1 (T1), levadura hidrolizada de cerveza en dosis 20 x 10-9 UFC.mL-1 (T2) y Lactobacillus plantarum 10 x 10–10 UFC.mL- 1 + levadura hidrolizada de cerveza 10 X 10-9 UFC.mL-1 (T3).

Las cerdas recibieron los tratamientos de los biopreparados incorporados en el alimento durante 40 días, con una alimentación restringida (2-3 kg/día) dos veces al día por un período aproximado de 21 días, antes del parto. Posterior, las cerdas y los lechones permanecieron en las salas de maternidad con la misma incorporación del probiótico. Los lechones fueron pesados entre las primeras 48 horas de haber nacidos, en balanza marca CAS modelo AP-1 de capacidad de 30 kg.

DISEÑO Y ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Se utilizó un diseño completamente al azar, para un número igual de repeticiones. Las variables (Lechones totales nacidos, lechones nacidos vivos, número de lechones por camada, peso de la camada y peso por lechón) se analizaron mediante un análisis de varianza de clasificación simple. Las diferencias entre los tratamientos se observaron por la prueba de Duncan usando el paquete estadístico S.A.S (2007).

El modelo lineal aditivo planteado fue la ecuación [1]: Yij = µ + τi + εij [1]

Dónde:

Yij = observación j-ésima del i-ésimo tratamiento

µ = media general

τi = efecto del i-ésimo tratamiento

i = 1, 2, y 3 (Lactobacillus plantarum, levadura hidrolizada y combinación)

εij = error experimental de la j- ésima observación en el i-ésimo tratamiento

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el Cuadro 1 se observa el rendimiento reproductivo de cerdas suplementadas con probió- ticos antes del parto. Para el nú- mero lechones nacidos totales, número lechones nacidos vivos y número de lechones por camada no hubo diferencias (P>0,05), a pesar de la superioridad numérica obtenida en las cerdas con incorporación de la combinación de probióticos. Los menores valores resultaron en las tratadas con levadura de cerveza, los cuales se encuentran entre los promedios mencionados por Gordon (1997) para cerdas primerizas.

Con respecto al peso de la camada y peso por lechón se observó diferencias estadísticas (P<0,05) entre tratamientos, con una superioridad en las cerdas que incluyeron Lactobacillus plantarum (T1) y Lactobacillus plantarum + levadura de cerveza (T3); estos resultados corroboran lo se- ñalado por Lazaro et al. (2005) y Deng et al. (2013). Posiblemente esta mayor efectividad del inoculo Lactobacillus se deba a una mayor capacidad de sintetizar enzimas que contribuyeron a una mejor digestibilidad del alimento concentrado principalmente en la última fase de gestación. Rondón et al. (2013) mencionan que inactivan eficazmente los metabolitos tóxicos de la biota perjudicial y hacen que se incremente el proceso de absorción, por un mejor estado celular de las vellosidades.

Ganuza (2012) citado por Rondón et al. (2013) refirió que la presencia de L. salivarius en el intestino delgado podía asegurar la absorción de proteínas, lo que hace más eficiente la capacidad digestiva. Este efecto propicia el incremento de la disponibilidad proteica, brindándole al organismo los elementos necesarios para producir hormonas y enzimas, mantener la integridad nutritiva y, a su vez, mejorar el rendimiento productivo de los cerdos.

La presencia de lechones más pesados en las cerdas de los T1 y T3 infieren un desarrollo mejor, suelen resultar ser, animales eficientes y eficaces en su fase productiva por haber tenido un buen crecimiento muscular en la fase fetal, aunado a la estimulación inmunológica ocasionada por el suministro de los probióticos tal como lo mencionan Lázaro (2005) y Jurado et al. (2011).

Estos resultados ponen de manifiesto las aseveraciones realizadas por Roehe et al. (2010), el peso del lechón al nacimiento y la variabilidad de estos pesos individuales en el seno de la camada tiene un elevado interés económico, no solo en lo que se refiere a la supervivencia de los lechones al parto. Además de la proyección del incremento de peso en las fases de la transición y de engorda tal como lo mencionan Buxadé y Sánchez (2008). Durante la aplicación de los probióticos las cerdas no mostraron ningún cuadro de enfermedad o anomalía, este estado de salud se reflejó en la sobrevivencia de los lechones al nacer, donde el valor menor fue del 90%. Además se relaciona la optimización de la capacidad de sobre vida en las primeras 72 horas (García et al., 2012).

inclusion-de-probioticos

CONCLUSIÓN

La incorporación de Lactobacillus plantarum y su combinación con levadura de cerveza en alimento balanceado, mejoran el rendimiento reproductivo de la cerda (peso de la camada y peso del lechón al nacer); siendo una respuesta productiva favorable el uso de probióticos como herramienta alternativa.

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